Mientras la radiante lámpara de la devoción —la Akhanda Jyoti— continuaba parpadeando durante la noche sagrada, Prasanthi Nilayam se convirtió una vez más en el corazón palpitante de la oración global y la vibración divina. El Sri Sathya Sai Global Akhanda Bhajan, que comenzó anoche, llegó a su santificada conclusión esta noche, culminando 24 horas continuas de bhajans conmovedores ofrecidos con puro amor a los Pies de Loto de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba.
Aunque la temperatura descendió anoche, añadiendo una serena quietud al aire, un suave frescor recorrió el Ashram. Sin embargo, el sonido de los aplausos resonó con más fuerza, al ritmo de la incansable vigilia de los devotos durante la noche. Sus ojos contemplaron Su forma divina en el sagrado Sannidhi, sus labios cantaron sin cesar Su Nombre —Sai Ram, Govinda, Allah, Yesu, Buddha, Mahaveera— haciendo eco de la esencia misma de la unidad de todas las religiones que Bhagavan representaba.
Desde el alba hasta el sereno crepúsculo, cada rincón del Ashram resonaba con el Nombre Divino. Mientras algunos devotos ofrecían oraciones circunvalando al Señor Ganesha en silenciosa adoración, otros participaban en el canto de bhajans —grupo tras grupo, clase tras clase— asegurando que cada devoto tuviera la sagrada oportunidad de ofrecer su voz y su corazón a Bhagavan en este Akhanda Bhajan especial del centenario.
Al finalizar el último bhajan, y cuando la melodiosa pero imponente voz de Swami resonó por los altavoces cantando “Govinda Krishna Jai”, cualquier cansancio que hubiera persistido hasta entonces se desvaneció al instante, y todas las voces se unieron en un coro jubiloso con su Amado Señor.
Un dulce gesto de devoción se percibía en cada rincón, incluso en el comedor, donde el personal había decorado con cariño el prasadam ofrecido a Bhagavan, disponiendo anacardos tostados y pasas en forma de «100» y «SAI», simbolizando el sagrado centenario. Como siempre, se sirvió a cada devoto un suntuoso prasadam en forma de Pulihora (arroz con tamarindo) y Chakkara Pongal (arroz dulce), nutriendo no solo el cuerpo, sino también la mente y el alma, elevadas por el continuo recuerdo del Nombre Divino.
Con la conclusión del Akhanda Bhajan Global de este año, los devotos de todo el mundo se acercan a las grandiosas Celebraciones del Centenario del Advenimiento del Avatar, con los corazones rebosantes de gratitud, unidad y el mensaje eterno de Bhagavan: Ama a todos, sirve a todos. Ayuda siempre, jamás lastimes.


