Peregrinación a Prashanti de los devotos de los países de la Zona 6 del Consejo Global Sri Sathya Sai | Día 1 | 28 de julio de 2025

Los sagrados terrenos de Prashanti Nilayam resonaron una vez más con alegría, reverencia y anhelo divino cuando más de 500 devotos del Reino Unido, Italia, Francia, España, Noruega, Irlanda del Norte y los Países Bajos emprendieron una peregrinación sagrada de una semana a la Morada de la Paz Suprema. Este viaje espiritual, impregnado de amor, devoción y unidad, es una ofrenda radiante a los Pies de Loto de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba. La velada comenzó con una importante procesión en la que participaron un total de 108 miembros, entre ellos entusiastas niños de Bal Vikas, jóvenes entusiastas y devotos ancianos que marcharon con orgullo inquebrantable, ondeando en alto las banderas de sus respectivos países. Envueltos en orgullo cultural y humildad espiritual, se dirigieron hacia el Sannidhi. Cada participante se inclinó con profunda reverencia ante Bhagavan, simbolizando la rendición del ego y la ofrenda de su amor. El momento culminante de la velada fue el inspirador discurso del devoto de larga data, el Sr. Mel Griffin (ex miembro del Consejo Nacional del Reino Unido), quien compartió un testimonio profundamente personal de cómo el Señor del Universo, en su gracia misteriosa e ilimitada, lo atrajo a su misión divina. Recordando una entrañable entrevista con Swami, Mel enfatizó que quienes llegan a Prashanti no lo hacen por casualidad, sino por el poderoso e invisible magnetismo del amor divino. Recordó a todos los presentes que esta peregrinación no es solo un viaje a través de continentes, sino el viaje sagrado de regreso a nuestro verdadero hogar, nuestro santuario interior de paz. A quienes visitaban Prashanti por primera vez, les aseguró: «Nunca volverán a ser los mismos». Este viaje marca el comienzo de una profunda transformación, donde termina el viaje exterior y comienza el despertar interior. En una conmovedora conclusión, Mel recordó a todos que, aunque Bhagavan ya no camine físicamente, sigue aquí, siempre. Su presencia se siente en cada pensamiento amoroso, en cada acto desinteresado y en el silencio de cada corazón anhelante. Haciendo eco de las enseñanzas eternas de Swami, instó a los devotos: «Amemos como Él amó. Sirvamos como Él sirvió y, en el proceso, convirtámonos en Sus mensajeros».