Desde la Organización Sri Sathya Sai Global Council ESPAÑA y el área devocional, les compartimos un resumen de discursos de nuestro amado Bhagavan Srī Sathya Sai Baba en ocasión de la auspiciosa celebración de Mahasivaratri. Con amor y gratitud les invitamos a interiorizarlo y compartir las enseñanzas de Sathya Sai Baba. Pueden seguir el calendario de actividades 2025 en nuestras redes.
Fragmento del discurso de Bhagavan Srī Sathya Sai Baba del 9/03/1967 En relación a Mahashivaratri:
“Déjenme decirles por qué este día es considerado sagrado. Hoy es el decimocuarto día de la mitad oscura del mes, cuando la luna está casi invisible; con sólo una diminuta fracción visible. La luna es la deidad que preside a la mente, que es la fuente de todos los deseos y emociones que los enredan. La mente es, por lo tanto, casi impotente este día; y si sólo esta noche es pasada en vigilia y en la presencia de la Divinidad, la mente puede ser totalmente conquistada y el hombre puede hacer que esa libertad sea real. De modo que cada mes se establece el decimocuarto día de la mitad oscura para una práctica espiritual más intensa, y una vez al año, esta Gran Noche de Shiva, o Mahashivaratri, está establecida para la gran consumación. La vigilia de esta noche debe mantenerse por medio de los cantos devocionales o de la lectura de textos sagrados, o del escuchar la lectura de tales textos, no asistiendo a películas o juegos o jugando a las cartas. Dedíquense a ver lo bueno, hablar lo bueno, pensar lo bueno, hacer lo bueno; éste es el programa para la vigila de esta noche. Háganlo también el programa de toda su vida.»
«Yo Soy Shiva» (Shivoham)
Del 26 de Febrero de 1987
«El estado de ananda, o bienaventuranza pura, es la verdadera naturaleza del hombre.
El cuerpo del hombre es un receptáculo diseñado para guardar cuidadosamente un precioso tesoro. Las leyendas sostienen que las cobras custodian tesoros escondidos. El nombre de la cobra que impide el acceso al inapreciable tesoro escondido en el hombre es el aham, la fascinación por él mismo y por sus pertenencias.
A fin de alcanzar y recuperar el tesoro de la bienaventuranza, el hombre debe primero destruir la serpiente del egoísmo (ahamkara). El río es una parte, una porción del mar; llega a su culminación cuando regresa al mar y se funde en su fuente. Los peces son de agua. Viven en el agua y mueren cuando son privados de ella. El bebé es una parte de la madre. No puede sobrevivir separado de la madre. La rama es una parte del árbol. Si uno la corta, se seca y muere.
El hombre es una parte (amsa) de Dios. Él tampoco puede sobrevivir sin Dios. Vive gracias al anhelo de conocer a Dios, su fuente.:
En la Bhagavad Gita, el Señor declara: “Todas las cosas vivientes son partes (amsas) de Mí. Estoy en ellas como el Eterno Atma” (Gita 15-7).
El hombre vive para un propósito elevado, no para someterse, como la bestia, a cada exigencia de su instinto e impulsos. Debe plantarse como el amo, no reptar como un esclavo. Tiene el derecho a proclamar “Yo soy Shiva” (Shivoham), “Soy Achyuta” (“Soy la irreducible plenitud”), “Soy Ananda” (“Soy la bienaventuranza”).
Tan pronto como toma conciencia de su realidad, las cadenas que lo atan, así sean de hierro o de oro, caen, y el hombre alcanza la liberación o moksha.
Dos entidades: lo “visto” y el “veedor” La bienaventuranza divina está por todas partes, a nuestro alrededor y dentro de nosotros. Es la bienaventuranza la que nos sostiene y soporta, pero esta verdad está oculta tras el mezquino egoísmo que nos empuja al mar de las tempestades, a fin de recoger en la otra ribera las cosas que aparentemente dan la bienaventuranza inherente a ellas.
El hombre envuelve el objeto con una capa de la bienaventuranza que tiene dentro de sí, pero, mientras lo embebe, se imagina que el objeto mismo le puede conferir bienaventuranza. En verdad, es su propia bienaventuranza la que él está recibiendo de vuelta. Después de un período de sueño profundo, el hombre declara que tuvo una bienaventuranza ininterrumpida.
La mente y los sentidos, hasta la facultad de razonar, no tuvieron ningún contacto con objeto alguno, ni recibieron ningún impacto de los objetos. Así que la bienaventuranza, durante el sueño, derivó de adentro de su propia realidad.
Hay solo dos entidades: lo visto, (drsya) y el veedor (drk). El veedor es el Atma, lo visto es la creación. El veedor está consciente; lo visto o lo que se ve es inerte. Mientras el hombre esté inmerso en lo inerte y niegue al Veedor, (el testigo o atma, no podrá escapar de la aflicción y la desesperación.
La carnada en el anzuelo colgado en el extremo de la caña de pescar atrae la atención del pez y lo tienta, y el pez es atrapado y tiene que renunciar a la vida. El hombre que cede al deseo por los placeres de los sentidos tiene que sufrir el mismo destino. Los rishis sabían que lo “visto” no puede durar ni brindar felicidad duradera. Renunciaron a los deseos más bajos y a las comodidades transitorias. Para ellos la renunciación fue el verdadero yoga, el verdadero sendero para fundirse con lo Divino.
Los tres niveles de espacio en el hombre Hay tres niveles de espacio (akasha) en el hombre, de los cuales dos son lo visto y el tercero es el veedor. El primero comprende la tierra, el sistema solar y los miles de millones de fenómenos celestiales, e incluye estrellas cuya luz, aunque, ya emanó no ha llegado aún a este planeta. A este espacio físico se lo llama bhuta akasha o espacio terreno.
El segundo nivel subsume al primero y lo retiene en una forma miniaturizada. Comprende el área conocida e imaginada por la mente y, por lo tanto, es llamado espacio mental (chitta akasha). Aun esta área es un puntito pequeño cuando se la compara con el espacio o akasha abarcado por el Atma, que se llama espacio de la conciencia cósmica o chid akasha.
Los otros dos espacios no son sino diminutos fragmentos del veedor, o Atma o el Brahmán. El ser humano emprende este viaje hacia la bienaventuranza (ananda) que el chidakasha puede ofrecer como su preciosa prerrogativa.
El viaje no lleva hacia afuera; tiene que ser hacia adentro, hacia la propia Realidad.
Como el sol oculto por las nubes, las brasas cubiertas de ceniza, la retina velada por las cataratas, el espejo de agua oscurecido por el musgo, la conciencia del hombre está recubierta por una espesa capa de gustos y aversiones; ¿cómo puede, entonces, el esplendor del Atma brillar a través de ello?»
Fragmento del divino discurso del día de Mahasivaratri del 26/02/87
Para ofrecer las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como las cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo. El consentimiento de estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o las identificaciones únicas en este sitio. No consentir o retirar el consentimiento, puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.
Funcional
Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Estadísticas
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos.El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en una web o en varias web con fines de marketing similares.